La educación de los menores con necesidades educativas específicas y especiales tradicionalmente se ha centrado en la enseñanza de habilidades para la vida, habilidades sociales y habilidades académicas, ya que se consideran clave para desenvolverse adecuadamente en la vida diaria y profesional. Al no pertenecer las habilidades digitales a este grupo, los docentes y profesionales en el ámbito de las Necesidades Educativas Específicas y Especiales (NEE y NEAE) parecen ser reticentes al uso de metodologías y herramientas TIC como parte de su trabajo, ya que ello supone emplear una gran cantidad de tiempo en aprender y luego enseñar estas habilidades TIC a sus alumnos, estando consideradas como habilidades secundarias. Sin embargo, en la actualidad y, más especialmente, en la era post-COVID19, las TIC se han convertido en una parte indispensable de las prácticas educativas en todo el mundo, y también tienen un gran impacto en la edudación de alumnos con necesidades educativas específicas y especiales. Las prácticas de aprendizaje y enseñanza formales y no formales ahora se llevan a cabo, con más frecuencia que nunca, a través del uso de Internet y herramientas digitales, con la promesa de que la educación para todo el alumnado nunca se verá interrumpida por ningún obstáculo, haciendo posible el aprendizaje en cualquier lugar y en cualquier momento.